PARTIDO COMUNISTA Y 26 DE MARZO APOYAN AGRESIÓN DE COREA DEL NORTE.
El reciente ataque artillero de Corea del Norte contra Corea del Sur señala la nueva y peligrosa escalada de un régimen despótico capaz de someter a su pueblo a la hambruna en una carrera bélica desenfrenada cuyo único fin, en principio, sería perpetuarse en el poder. No tiene otra explicación la agresión contra la disputada isla surcoreana de Yeonpyeong, donde dos soldados murieron y varias viviendas resultaron desvastadas por el fuego norcoreano. La brutal embestida coincidió con la presentación en sociedad de Kim Jong-un, sucesor del actual regente norcoreano, Kim Jong-il, cuyo padre, Kim Il-sung, fallecido en 1994, es considerado inmortal y no ha dejado de ser el presidente del país más aislado del planeta.
En estas circunstancias, la refriega no implica una potencial guerra entre las dos Coreas. En 2006 y 2009, el régimen comunista ha probado sus misiles con consecuencias tan nefastas como el torpedo que lanzó en marzo de este año contra un acorazado surcoreano y terminó con la vida de sus 46 tripulantes. Cada vez que Kim Jong-il requiere atención o acaso pide la palabra en la comunidad internacional procede de este modo, con provocaciones gratuitas que no hacen revivir la guerra entre las dos Coreas, concluida en 1953, porque nunca hubo tratado de paz. Rige, en realidad, un armisticio a lo largo de la frontera más militarizada del mundo, por el cual, si uno abre fuego y el otro responde, no inicia una nueva guerra.
Este nuevo disparate de la dinastía Kim, condenado de inmediato por las Naciones Unidas y la mayoría de los gobiernos, pone a prueba las negociaciones a seis bandas de Corea del Norte con su par del Sur, los Estados Unidos, Japón, Rusia y China. De esos países, el único que no reaccionó en forma enérgica fue China, cuyo poder de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha atenuado en varias ocasiones presumibles y merecidas sanciones contra la decrépita y enigmática dictadura de Pyongyang. La refriega ha puesto en alerta a Corea del Sur, pero, a su vez, ha hecho sonar el despertador de los Estados Unidos ante la posibilidad de que Kim Jong-il o su heredero pretenda pasar a mayores.
No es tan grande el riesgo de una guerra entre las dos Coreas como la posibilidad de que Kim, que padece problemas de salud desde 2008, intente ahora negociar por la fuerza el desmantelamiento de sus plantas de enriquecimiento de uranio, potenciales productoras de armas nucleares. Como en el caso de Irán, esas instalaciones vienen a ser una carta de negociación o extorsión ante la comunidad internacional.
De este tipo de provocaciones, así como del alarde de su energía nuclear, se ha valido Corea del Norte para convertirse en una de las prioridades de la agenda internacional..
Su población, de 24 millones de habitantes, padece esos arrebatos de beligerancia desde el momento en que pasa severas necesidades y, sin embargo, el régimen no deja de destinar casi la tercera parte de sus ingresos al fortalecimiento del cuarto ejército más numeroso de la Tierra.
En Uruguay, sólo el partido comunista (PCU ) y el Movimiento 26 de Marzo se atreven a defender al régimen comunista norcoreano y su política agresiva.
¡FUERA EL COMUNISMO VENDEPATRIA DEL GOBIERNO Y LOS SINDICATOS URUGUAYOS!
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