PIT INSTRUMENTO COMUNISTA

EDITORIAL El sinuoso laberinto del Pit-Cnt No tenemos buena opinión del Pit-Cnt, la central única de trabajadores. Es más, nunca la tuvimos. La consideramos un simple apéndice del Partido Comunista, donde los dirigentes de una entidad y otra coinciden y se repiten. No es independiente de esa agrupación política, solo funcional a sus intereses. Y como ese partido político es socio fundador del Frente Amplio y activo operador en todas sus decisiones, Pit-Cnt y Frente Amplio caminan por la misma senda, tras los mismos objetivos. No vale la pena profundizar mucho en esta afirmación. Allí está el coordinador vitalicio del Pit-Cnt, Juan Castillo, que fue candidato a diputado por el Partido Comunista en las últimas elecciones (obviamente, la ciudadanía no lo eligió para que ocupara un escaño en la Cámara) y hoy se postula a la presidencia del Frente Amplio. Mayor desparpajo para describir esa íntima relación no puede pedirse, pero dentro del partido de gobierno se considera lo más natural. Y tienen razón: siempre ha sido así. El Frente Amplio utilizó a lo largo de su vida política esta dependencia del Partido Comunista con membrete de central obrera o trabajadora para lograr movilizaciones estratégicas que le fueran allanando su carrera hacia el poder. La insignificancia del PCU en el número de votos reales que aportaba en una elección, era suplida por su férrea organización y militancia que le permitían controlar el Pit-Cnt y de esa manera hacer lo que estimara más conveniente a sus intereses políticos. El "ni un vaso de agua" que la senadora colorada (luego frenteamplista) Alba Roballo dedicara al segundo gobierno blanco de la década de los 60 fue la consigna que empleó en sus relaciones con todos los gobiernos de la posdictadura. Hasta que en el 2005 el FA alcanzó con Tabaré Vázquez el poder y cambiaran hacia la pregunta "¿cuántas botellas, cajones, camiones quieren?". Los duros e intransigentes dirigentes sindicales que se lanzaban como lobos a hacer trizas a aquellos gobiernos, se transformaron en mansos corderitos. El amo era ahora el que mandaba. Aclaremos que no estamos solos en esta concepción tan negativa del Pit-Cnt. En el año 2009, el mismo que consagró el segundo triunfo del FA y la elección de Mujica, una encuesta de Factum desnudaba que solo el 25% de los uruguayos tiene "mucha o bastante confianza en los sindicatos". Mientras, en la vereda de enfrente, había un 58% que "tiene poca o ninguna confianza en los sindicatos". Y esta desconfianza -la interpretación ahora es nuestra, no de Factum- obedece a su falta de independencia y su sumisión a los ucases del PCU. Ahora desde el Pit se mira con preocupación la crisis económica europea, que amenaza con dejar sus números en rojo (El País, Pablo Melgar, 22-05), por la caída de los aportes de los sindicatos españoles, que incluso pueden desaparecer el próximo año. En la interna se manejan además cifras de sueldos que han causado estupor (entre $ 45 mil y $ 75 mil), e incluso hubo cuestionamientos por algunos montos ($ 30 mil por cuatro clases por mes de historia sindical) y algunas partidas especiales. ¡Ojo! No es que los sindicatos españoles apoyen directamente al Pit-Cnt; lo hacen a través del instituto Cuesta Duarte porque la central sindical -y esto es tan desconocido como sorpresivo-, carece de personería jurídica y a los efectos de la normativa uruguaya una asociación o grupo de personas, sin personería jurídica, no pasa de ser un "club de amigos". ¿Por qué el Pit-Cnt no tiene personería jurídica? ¿Por qué no es un sujeto de derecho? ¿Por qué funciona sin que sus estatutos hayan sido aprobados por el Estado uruguayo? ¿Son tan amplios los beneficios que rigen en materia sindical como para saltearse esta instancia? ¿Cómo hace para recaudar aportes de los 350.000 afiliados que se supone que tiene? ¿Quién controla su funcionamiento? ¿En qué carácter se encuentran sus funcionarios? ¿Acaso no tiene propiedades? Si había poca confianza en la percepción que se tenía del Pit-Cnt, esta perlita no hace más que aumentarla. Es una entidad que no tiene existencia jurídica, que opera por la vía de los hechos o a través de satélites y que sigue las indicaciones de un partido político, que no se caracteriza precisamente por su amor al sistema republicano democrático. Y su coordinador u hombre fuerte integra la selecta lista de candidatos que el Frente Amplio ofrece a la ciudadanía para que elijan su presidente. Realmente un espanto. El País Digital ¡FUERA EL COMUNISMO VENDEPATRIA DEL GOBIERNO Y LOS SINDICATOS URUGUAYOS!