ANTICOMUNISTAS Y ANTIFASCISTAS

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TOTALITARIOS

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COMUNISMO ES NAZISMO AL CUADRADO

sábado, 1 de enero de 2011

UNA OPINIÓN ANTICOMUNISTA DEMOCRÁTICA DESDE EL SALVADOR











¿Es malo ser anticomunista?
Escrito por Geovani Galeas

Si el anticomunismo se define por el rechazo a un programa que implica la dictadura de una clase (en realidad de un partido, y en rigor de su comisión política), y de la cancelación de la libertad individual en función del ilusorio beneficio de una colectividad abstracta llamada pueblo; o si se define por la crítica frontal a lo que históricamente ha sido el ejercicio del poder por parte de los partidos comunistas, ser anticomunista es un imperativo ético desde la perspectiva democrática.
Pero si usted cree que para contener la lucha de los comunistas es necesario establecer un régimen militar que los proscriba, persiga, encarcele, torture, destierre y asesine; es decir, si es usted un partidario de dictaduras como las de Hernández Martínez, Somoza, Stroessner, Videla o Pinochet, usted no es más que el otro lado de una misma moneda contra la dignidad y la libertad del ser humano.
Los comunistas que se alzan en armas contra un régimen opresivo y represivo suelen obtener la simpatía de la población, avanzar en su lucha o incluso obtener eventualmente la victoria, así sea para imponer acto seguido otra dictadura de signo ideológico contrario, pero dictadura en todo caso. Y no hay opción moralmente aceptable entre dos dictaduras.
Quien profese el respeto por la dignidad y la libertad del ser humano optará por la democracia, esa forma de convivencia social y de administración política que así como será siempre imperfecta también será siempre perfectible. Quien se opone al comunismo desde la perspectiva democrática está obligado a oponerse en la misma medida al autoritarismo de derecha.
El antiguo régimen militar salvadoreño, prohijado y sostenido por una derecha primitiva, ejerció el anticomunismo a fuego, sangre y fraude. En ese empeño canceló las libertades civiles, sometió a toda la sociedad, terminó por ganarse la aversión de la misma, fue al fin acorralado por el descontento general y obligado a dar un paso al costado.
Refundada sobre la base del liberalismo, después de ese fracaso, la derecha optó por el diálogo y la negociación. Al levantarse la proscripción contra los comunistas se abrió en nuestra historia un ciclo democrático. La opción por esa vía racional fortaleció a la derecha, que regresó al poder. Ahí siguió mientras protagonizó el proceso democrático, y fue derrotada cuando empantanó o desaceleró el dinamismo de ese mismo proceso.
Pero la victoria no fue de los comunistas, aunque formaban parte de la alianza ganadora. La victoria fue de un sector políticamente moderado cuyo programa ofrecía más democracia. Para colarse en ese triunfo los comunistas tuvieron que ocultar su verdadero programa, y ocultarse ellos mismos detrás de los sectores democráticos. Si se hubiera tratado de una derecha autoritaria en el poder, ese doble ocultamiento no hubiese sido necesario.
No hay ningún misterio en todo esto si se atiende a la historia nacional e internacional. A mayor consolidación democrática menos oportunidad para el programa estratégico de los comunistas. Por eso los partidos comunistas, no la izquierda, son minoritarios o meramente ornamentales en los países más desarrollados. Por eso la izquierda solo triunfa en esos países cuando renuncia de manera expresa al leninismo y agrega el componente democrático a su agenda programática.
Esta es la lección que nos deja la historia: cuando enfrentan una dictadura los comunistas pueden ganar (como en la Cuba de Batista o en la Nicaragua de Somoza). Cuando combaten o conspiran contra una democracia de fachada o anémica pueden fortalecerse (como en El Salvador de Duarte y de los últimos años de ARENA). Pero el avance real y palpable de la democracia (tolerancia, transparencia, inclusión y equidad) condena fatalmente a los comunistas a ser minoría, persistente pero marginal. No hay antídoto anticomunista más efectivo que la democracia.




¡FUERA EL COMUNISMO VENDEPATRIA DEL GOBIERNO Y LOS SINDICATOS URUGUAYOS!

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